De acuerdo con Argüelles y Benavides (2008) el crecimiento económico de los países se sustenta también en la tecnología, la información, las capacidades y experiencia de los trabajadores, la formación de redes, entre otros. Por lo tanto, los recursos antes mencionados pueden ser considerados como ventajas competitivas para que las empresas opten por invertir en un territorio determinado respecto a otro.